Chile cuenta con larga historia de desarrollo de políticas sociales, seguridad social y otros componentes del sistema de protección social. Con ello ha podido conjugar crecimiento económico y progreso en su desarrollo humano global, es aspectos como salud, empleo, educación, vivienda, trabajo, pobreza y otros. (5-7, 27)
El sistema de protección social en Chile incluye mecanismos y subsidios para prevenir y aliviar las condiciones de sufrimiento, vulnerabilidad y riesgo social y de salud que son debidos a diversas carencias, especialmente aquellas relacionadas con falta de desarrollo socioeconómico y oportunidades de acceder a los beneficios sociales. Se basa en aportes del sistema de la seguridad social en Chile y la red social de apoyo a los grupos de menores ingresos, más vulnerables socialmente, que no pueden acceder a los mecanismos tradicionales que la sociedad ofrece para el desarrollo humano y bienestar (como subsidios financieros, educación, bienes y servicios básicos, salud, vivienda y otros esenciales). (28-31)
La importancia de la protección social es que aporta una serie de factores positivos para promover el desarrollo humano y evitar que las carencias e inequidades en el ámbito socioeconómico puedan tener impacto negativo en la salud de aquellos grupos más vulnerables de la población, buscando prevenir y reducir la pobreza, desigualdad, exclusión e inseguridad social. También busca asegurar el acceso efectivo y oportuno al sistema de salud (según necesidad de cada persona), especialmente de aquellos que por motivos de pobreza y otros relacionados, puedan verse imposibilitados de tener una mejor salud.
El acceso de toda la población a un nivel adecuado de protección social es un derecho humano fundamental, y a población con bienestar y seguridad humana constituye la base para la paz social y un crecimiento económico exitoso y con equidad. El actual enfoque de la protección y seguridad social de Chile está en línea con la visión propuesta por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). (32)
Una parte importante del quehacer y responsabilidad del Estado y de la sociedad organizada en Chile se aboca al progreso en el bienestar, las condiciones de vida y de seguridad humana de la población. Hay una mutua influencia y relación entre bienestar de la población y el desarrollo global, sin embargo el énfasis puesto en uno u otro componente ha variado entre períodos del país en que se ha dado un énfasis y apoyo bastante distinto al desarrollo económico y productividad por un lado, y a la seguridad y protección social por otro. (4-7) Por sus características y énfasis prevalentes, es posible identificar cuatro períodos históricos:
Desde siglo XIX y hasta aproximadamente la década de los 40s y bajo el enfoque de Estado protector, se organizaron y fortalecieron
políticas, programas y entidades relacionadas con la seguridad social y necesidades sociales de la población, especialmente la más desfavorecida. Destacan el desarrollo paulatino de programas de seguridad y previsión social, salud y educación, en una época en que existía limitada organización del empleo formal, del sistema de seguridad social y con importantes necesidades sociales de una proporción de la población en condiciones de subdesarrollo (desempleo, pobreza, analfabetismo, problemas de vivienda y otras condiciones de vida, incluyendo bajo nivel de salud). (4-7)
Desde aproximadamente 1940 hasta 1973, bajo un enfoque de Estado benefactor o del bienestar, se enfatizó el desarrollo de políticas sociales como empleo, subsidios y apoyo a organización de la comunidad. Los programas sociales era centralizados y verticales, y buscaban una cobertura universal. El Estado asume un rol creciente en el financiamiento, gestión y provisión de servicios sociales; ello demandó un gasto histórico creciente. (4-7)
Desde 1973 a 1990, bajo un enfoque neoliberal y de Estado subsidiario, se enfatiza el crecimiento y productividad económica, con políticas que la favorecen, mientras que las política social es subordinada a la económica. El rol de Estado se reduce, el gasto social disminuye en forma importante y los servicios de los programas se desconcentran al nivel local. Se buscó focalizar subsidios y programas en la población más desfavorecida, y privatizar los servicios sociales para los niveles económicos no pobres, incluyendo previsión social y salud. La protección social tuvo un cambio de énfasis, consistente con el modelo político y económico imperante entre 1973 y 1990, en que hubo desarrollo económico y globalización, entre otros aspectos, con privatización de parte de la seguridad social y el Estado adoptó énfasis en el rol subsidiario (focalización para la asignación de subsidios y transferencias directas, según prioridades). (4-7)
Dese 1990 hasta 2010, bajo el enfoque de un Estado integrador, se busca balancear, integrar y complementar las políticas sociales y económicas. Se expande y fortalece el sistema de protección social, aumenta el gasto social. Dado que se mantiene la esencia del modelo político y económico instaurado desde los 70s, la expansión de programas y beneficios nominales de las nuevas políticas cuentan con limitaciones de financiamiento y cobertura, y se mantiene un sistema doble no suficientemente complementado entre sectores público y privado (especialmente en previsión social y salud) y el Estado está en un incipiente progreso hacia ejercer su rol rector, regulador y de integrador hacia el desarrollo en bienestar y seguridad social de la población. Desde 1990, la protección social se ha fortalecido de un modo que inicialmente se enfocó principalmente en reducir la pobreza y otros factores de vulnerabilidad en la población de menores recursos, y luego en la década de 2000 se extendió a un enfoque más integral, asumiendo la protección social como un derecho de la población, con énfasis en la eficiencia y focalización del gasto. (4-7, 27,28)
Las políticas sociales redistributivas y los subsidios monetarios focalizados en la población más pobre y vulnerable constituyen una protección social efectiva. Los subsidios corresponden a 43,7% del ingreso total en el decil inferior de ingreso autónomo, mientras que solo es de 0,1% en el decil superior de ingreso (hay focalización efectiva). (12) Sin embargo como la pobreza ha disminuido, especialmente desde 1990, ha aumentado de modo importante el sector de estrato socioeconómico medio de la población (necesidades básicas cubiertas, pero con otras condiciones de vida limitadas, ante un costo de vida alto). Ello no representa necesariamente una movilidad social efectiva en cuanto a mejores ingresos y bienestar. (4-7,29)