De acuerdo al informe de PNUD sobre el desarrollo humano en Chile (2012), el bienestar subjetivo individual se construye principalmente en la interrelación de tres ámbitos de capacidades: el aspecto práctico y material, como la salud y las necesidades básicas; lo que se asocia con las relaciones personales, incluyendo a los vínculos y el respeto, y el ámbito individual, con la capacidad para actuar y que permite formular un proyecto de vida. (25)
Los niveles de bienestar subjetivo y expectativa de vida se encuentran cerca del promedio de la OCDE. Sin embargo, en un gran número de aspectos de bienestar analizados por el Índice para una Vida Mejor de la OCDE, Chile registra un nivel con puntuación relativamente baja: 0 puntos (de un máximo de 10) en calidad medio ambiental, 3.4 en relaciones sociales, 3.4 en seguridad y 4.2 en educación. (26)
Los vínculos permiten establecer la red de apoyo, tanto afectivo como material, porque conforman una red de apoyo que funciona como recurso para responder a las diversas demandas de la vida cotidiana. Las relaciones familiares y de amistad son parte importante del capital social de los individuos, el cual les otorga una serie de beneficios; desde la ayuda en el cuidado de algún familiar hasta el despliegue de influencias para conseguir un trabajo. El carácter práctico que adquieren los vínculos se vuelve aun más patente ante adversidades externas; en esos momentos, los vínculos aparecen como un respaldo incondicional para enfrentar los problemas.
También es importante la red familiar, especialmente la configuración en torno a padres y su extensión, y el grado de aislamiento social que pueden tener personas viviendo solas.