En los diversos períodos de implementación del sistema de salud, especialmente desde 1952, el crecimiento de la infraestructura y recursos asistenciales en el sistema asistencial público (red asistencial a través del país) ha pasado por diversas etapas en el grado de inversiones, aumento y renovación de los centros asistenciales; el período más crítico fue entre 1973 y 1990, en que hubo una reducción del gasto público en salud y un marcado énfasis en la privatización del sistema. Desde 1990, se han hecho importantes esfuerzos de mejoramiento (especialmente en el gasto en salud y aumento de recurso humano asistencial) pero ello aún es insuficiente para recuperar al sistema público con el fin de permitir un adecuado desempeño y responder al importante aumento en la demanda asistencial. Ello está siendo más crítico debido al importante aumento producido en los adultos mayores (y enfermedades crónicas) y el mayor gasto en salud que ese grupo está demandado, lo que se espera sea incluso mucho mayor a futuro.
El sistema prestador privado de servicios de salud ha logrado una gran emergencia, con distribución a través de las principales ciudades y pueblos del país (con clínicas, centros médicos, laboratorios, farmacias y otros). Ese crecimiento ha sido favorecido por el establecimiento del sistema previsional privado de salud (especialmente ISAPRE), la migración de profesionales de salud del sector público al privado, la mayor demanda privada por parte de beneficiarios de ISAPRE, la falta de capacidad del sistema público para satisfacer la demanda de los beneficiarios de FONASA que quisieran recibir atención adecuada y oportuna bajo modalidad institucional, y el financiamiento proveniente del sistema GES para servicios provistos a una demanda de beneficiarios FONASA que no puede ser absorbida por el sistema público.
El nivel primario tiene amplia cobertura y realiza atenciones ambulatorias en diversos tipos de centros, con amplia cobertura de población de distintos tipos de nivel socioeconómico y ruralidad. Además, hay unidades de atención primaria de urgencia (SAPU) que cubren una cantidad importante de la demanda de este tipo de atención. La capacidad resolutiva del nivel primario (la proporción de consultas de morbilidad resueltas localmente) es casi del 90% de la población solicitante. Sin embargo, la falta de atención continua y la insuficiencia para responder a demanda en áreas urbanas que han crecido por sobre el aumento de la oferta asistencial, s refleja en exceso de atenciones de servicios de urgencia prestadas a pacientes que sólo requerirían atención primaria rutinaria.
En el área hospitalaria, el énfasis esta puesto en la autogestión de hospitales y el uso de concesiones en el caso de nuevos centros.
Las políticas en el desarrollo de recursos humanos para salud tienden a la tendencia histórica de formación hacia la especialización tradicional y se requiere adecuación orientada a las necesidades actuales, especialmente de la atención primaria. La disponibilidad del recurso humano es influida por la migración del sector público al privado y la concentración en áreas urbanas. Ello ha producido una inequidad en la distribución geográfica de los médicos, concentrados principalmente en el centro del país, con mayor disponibilidad de profesionales para afiliados a ISAPRE.
El país cuenta con médicos activos registrados como especialistas en 70 especialidades diferentes, pero sólo la mitad de ellos han recibido formación universitaria formal de postgrado. La mayoría de los médicos contratados en el sector público comparte su tiempo laboral con actividades privadas. Se estima que 60% de los especialistas trabaja exclusivamente en el sector privado El 44% de los médicos trabaja en el sector público, de los cuales 9% se desempeña en la APS y el 35% en el resto de los Servicios de Salud. Entre 2004 y 2008, la cantidad de médicos trabajando en APS casi se duplicó, aunque aún se mantiene una falta de médicos, especialmente en especialistas formados para trabajar en APS. El Ministerio de Salud ha formulado estrategias para lograr especialistas necesarios en apoyo de la APS y de especialidades deficitarias.
Existen estrategias y medidas de formación tendientes a aumentar la disponibilidad de especialistas, especialmente en especialidades donde hay más brechas y en el sistema público de salud. Sin embargo, el tema es bastante complejo y se requieren proyecciones concretas que consideren el aumento futuro de la demanda y los mecanismos de retención del personal de salud en el sistema público.