Conclusión y perspectivas de progreso

Los indicadores trazas de cobertura de nivel primario y programas de las personas, entre los cuales destacan la atención materna infantil y las inmunizaciones, indica una alta cobertura nacional. Esa cobertura es aportada por el sistema de salud en su conjunto (sectores público y privado). Se espera que dicha cobertura se mantenga, lo cual requiere adecuado monitoreo e incluso sistemas de auditoría efectivos orientados a resguardar la cobertura y calidad de la atención de salud.

A pesar que la cobertura de atención profesional del parto es universal y la mortalidad materna es baja, se requiere un sistema de auditoría y vigilancia de las complicaciones graves que no mueren (casi pérdidas o muertes), ya que la mortalidad materna en Chile (entre 40 y 50 casos anuales) no resulta buen indicador de salud materna y de la calidad de la atención obstétrica.

La cobertura de vacunas, que es relativamente alta, también requiere de monitoreo y resguardo, en todos los niveles y comunas del país, pues es sensible a deteriorarse si hay factores de acceso que pueden obstaculizarlo. Es posible que la discusión y aprobación de proyecto de ley prohibiendo el timerosal en vacunas pueda ser un riesgo para la mantención de cobertura, pues desprestigia la seguridad del sistema de vacunas.

La atención especializada, tanto pública como privada, ha sido impulsada a enfrentar nuevas e importantes demandas adicionales que surgen de la aplicación del sistema GES. La ley que sustenta dicho sistema se concentra en la demanda de atención de salud, desde la perspectiva de la población. Sin embargo, no hay antecedentes claros que haya preparado a la capacidad de oferta, especialmente en el SNSS, para responder a dicha demanda, especialmente para tener capacidad de atender a los beneficiarios de FONASA que corresponden a más de tres cuartos de la población. El foco ha estado en protocolos, guías y exigencias de calidad a los centros de prestación de servicios, y no en el recurso y capacidad que se requiere para responder a dicha demanda. Esa limitación de centros del SNSS ha favorecido al mercado asistencial privado, que amplía sus servicios a beneficiarios públicos que no pueden acceder a centros públicos resolutivos, en desmedro del debido financiamiento, personal y otros recursos que el SNSS requería con urgencia para ser capaz de responder a los requerimientos de la demanda en virtud de la Ley GES.

Limitaciones de acceso y cobertura de servicios asistenciales se relacionan tanto con aspectos o barreras de la demanda como con aspectos de recurso y capacidad de respuesta del sistema de salud. Sin embargo, no se cuenta con estudios de brechas y necesidades de fortalecer la oferta, en términos de suficiencia y equidad, en los distintos tipos de centros y niveles de la red asistencial, para que constituyan un sistema efectivo y coherente con las necesidades de salud de la población

Los registros e información son relativamente más completos y precisos sobre la provisión de servicios del SNSS, especialmente en lo que respecta a la atención primaria de salud y las actividades correspondientes a los programas básicos de salud. En contraste, la información de la atención privada de salud no cuenta con  registros completos o reportes globales muy precisos a nivel nacional, dada la gran diversidad de centros y actividades, y dificultades de registro rutinario, completo y homogéneo. En general se registran las acciones otorgadas a beneficiarios de sistemas o previsionales, y no enfocadas en el prestador específico de salud.

Dado que la información más detallada proviene especialmente del sistema asistencial público, no es posible conocer y monitorear con mayor precisión y utilidad, la atención de salud más compleja que es provista a los distintos grupos de población y a beneficiarios tanto bajo cobertura previsional pública como privada. Para asegurar progreso en la acción y cobertura de niveles complejos, se requiere de adecuada información, monitoreo y evaluación, con un plan de salud nacional (pendiente) que pueda aplicarse y adaptarse a los diversos niveles administrativos y asistenciales del sistema global de salud.