Contexto geográfico, histórico y político

Contexto geográfico 

Chile es el país más austral del mundo; está situado en el extremo sudoccidental de América del Sur y limita con Perú, Bolivia y Argentina. Su territorio continental tiene una superficie particularmente larga y angosta, con una longitud de 4.329 km. y un ancho promedio de 177 Km, con un borde occidental de costa hacia el Océano Pacífico y un borde oriental con la Cordillera de Los Andes, que le sirve de límite con Bolivia y Argentina. La superficie continental e insular es de 756.626 km2 y la del territorio Antártico es de 1.250.257 km2. Hasta principios del siglo XX, el funcionamiento del país tenía características de insularidad, debido al relativo aislamiento dado por la Cordillera de los Andes en el oriente, el Océano Pacífico en el poniente, y el extenso desierto en el norte del país, como podemos observar en el siguiente mapa . (1-3)

Su relieve es bastante variado e incluye dos cordilleras (de los Andes y de la Costa), una depresión intermedia y distintos tipos de planicies, entre las cuales destacan las de tipo litoral y magallánica. La presencia de volcanes y características tectónicas de la superficie predisponen a desastres naturales imprevistos, como erupción volcánica, terremotos y maremotos.

Existe una combinación de diversos climas y sub-climas que tienen implicancia para el tipo de naturaleza imperante, el nivel de poblamiento, y el tipo de vida de la población residente de cada área; también influye en el tipo de actividades principales y la producción económica predominante. Destacan el clima desértico (normal, nublado abundante, marginal de altura y bajo, cálido y frío), semiáridos, tundra (de altura y polar), climas templados (cálidos y fríos, con distinto tipo de frecuencia de lluvias). El desarrollo y aplicación progresiva de tecnología moderna en áreas como minería, irrigación, producción minera, agrícola, transporte e información y comunicaciones, ha permitido aumentar de gran modo la explotación de recursos naturales y favorecido una mayor adaptación de la población a diversos climas (como la recuperación de zonas agrícolas que estaban en proceso de desertificación, o poblamiento en lugares naturalmente inhóspitos). Ello ha permitido aumentar la producción de bienes, el mercado interno y las exportaciones, con mayor empleo y consumo, e influido en migración interna y externa. Entre las zonas montañosas se encuentra una serie de valles cruzados por ríos que favorecen la agricultura y ganadería. En la zona central, en que predomina un clima templado, se la considera un tipo de “clima mediterráneo”. Todo ello ha contribuido al surgimiento económico global del país y del mejoramiento de la calidad de vida de la población, y a su vez en una mejor salud y desarrollo. (1,3)

Contexto histórico

Chile es una república unitaria con un sistema político democrático estable. El Estado tiene tres poderes: presidencial, junto a un parlamento bicameral y al sistema judicial.  La división político-administrativa del país fue establecida en 1974 con tres niveles de estructura y administración territorial, incluyendo 13 Regiones (actualmente 15), divididas en provincias (actualmente 51) y éstas en comunas (actualmente 346). Dos de las Regiones y dos provincias fueron creadas recientemente (2007), para fortalecer la descentralización y desconcentración político-administrativa en áreas claves. También se han creado algunas comunas. Sin embargo, la estructura política actual mantiene esencialmente la organización definida en 1976 y se requiere una revisión y nueva reforma administrativa. (4) Ello es importante por cuanto la mayoría de las comunas han cambiado radicalmente (en población, marco regulador, actividad comercial y productiva y otros aspectos) respecto a la situación existente en la época en que ellas fueron definidas. Hay decenas de comunas de menos de dos mil habitantes, mientras que una comuna (Puente Alto) tiene mayor cantidad de población que cuatro regiones del país. Ello tiene implicancias, por ejemplo, en el requerimiento y modalidad de administración municipal de la atención de nivel primario de salud. (1-4)

El modelo político y económico se basa en una economía social de mercado, organizada luego de una amplia reforma política, económica y estatal ocurrida en los años 80, que enmarcó e incluyó al sector salud.  Entre 1925 y 1973 se había desarrollado un Estado de Bienestar (al estilo europeo), que llegó a tener una activa participación en el quehacer y el progreso del país. Desde 1964 se realizaron importantes reformas políticas, de propiedad, producción y se logró notorios avances sociales (laborales, previsionales, en salud, educación, vivienda y otros). En general, el manejo gubernamental del Estado no logró tener apoyo político mayoritario para dichas reformas, y finalmente el Estado colapsó en el ámbito político, financiero y de convivencia social, produciéndose un golpe militar en 1973. Bajo este régimen, relativamente prolongado, se dio origen a un sistema político y económico bastante distinto, bajo una plataforma autoritaria en lo político y neoliberal en lo económico. (5-8)

El Estado fue sometido a importantes reformas, dando origen al sistema político, económico y del sector salud que en general, se mantiene hasta la actualidad (la Constitución y el sistema político vigentes impiden cambios radicales al modelo imperante). La experiencia chilena ocurrida en los 80 y el sistema político y económico existente desde entonces no son originales del país, sino que se enmarcan en las grandes tendencias mundiales de las últimas décadas, bajo la influencia de entidades como el Banco Mundial. Destacan la apertura y globalización de la economía; reducción de la función del Estado como empresa productiva nacional, con privatización directa o indirecta de lo estatal; fomento del sector privado (incluyendo aval estatal para préstamos internacionales, flexibilidad laboral, beneficios tributarios); control de la inflación; escaso control legal y financiero al funcionamiento productivo y del mercado; en un período con inexistencia práctica de eventual organización y presión de gremios de trabajadores. (5,6)

Contexto político

El sistema político y económico actual está conformado por una mezcla de modelo neoliberal y Estado de Bienestar residual. En este sistema y como también se refleja en el sector salud, el Estado se ha reducido esencialmente a un rol rector (esencialmente ejercido sobre lo estatal y público) y ha mantenido su rol esencialmente subsidiario (no universal), donde los programas sociales se han enfocado prioritariamente a cubrir a las poblaciones más vulnerables y a quienes no pueden acceder a los beneficios del mercado, especialmente los pobres y grupos con carencias específicas (como en pobreza, vivienda, educación o salud). La equidad es vista como “igualdad de oportunidades”. (5,6) 

Las reformas políticas y económicas estructurales llevadas a cabo desde los 80 en Chile se han acompañado de crecimiento económico nacional sostenido, lo que ha favorecido el desarrollo humano global de su población. Ello ha tenido como contrapartida, especialmente bajo el período 1973 a 1990, el deterioro de las condiciones de empleo, ingresos y de protección social, con mantención de la desigualdad socioeconómica entre diversos grupos de la población y deterioro de las políticas y programas sociales. A pesar del progreso y desarrollo social alcanzado por el país desde los 90s, la inequidad social y sus efectos aún continúa afectando a un número importante de chilenos, y es un tema permanente en la agenda pública. (5-8)

Entre 1990 y 2010, hubo cuatro gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia (una coalición de partidos de centro, centroizquierda e izquierda), cuyo énfasis estuvo en la recuperación de la democracia, fortalecimiento de la economía, desarrollo de políticas sociales, fortalecimiento del sector público y aumento del gasto público y social (en salud, el gasto subió 166% entre 1990 y 2000). El ingreso y condiciones de bienestar logradas en base al empleo, salarios y subsidios logrados desde 1990 han sido importantes; sin embargo, aún cuando continúan siendo insuficientes para satisfacer las expectativas de la población y de lograr condiciones de vida más dignas en una parte importante de la población. Con el mejoramiento de aspectos sociales, como mejor educación y reducción de pobreza (menos de la mitad que en 1990, en que alcanzaba a 39,9%), una parte de la población se incorporó al estrato socioeconómico medio de la población (grupo que cuenta con necesidades básicas satisfechas pero mantiene austeras condiciones de vida). La promoción socioeconómica y una mejor educación han contribuido a que haya una mayor conciencia y empoderamiento de la población respecto a sus derechos y al tema de la inequidad. Esa percepción se ha convertido en una frecuente fuente de descontento, clima de desconfianza y enfrentamiento potencial, con la emergencia de nuevos grupos sociales más empoderados (como los estudiantes secundarios y universitarios, y un sector de trabajadores); dichos grupos exigen soluciones y abrigan mayores expectativas de solución a los problemas más prioritarios, entre los cuales se encuentra el tema de la salud. (5,7,10)

En 2010 asumió un gobierno de coalición de centro derecha (Coalición por el Cambio), con énfasis en la mantención del sistema político y económico imperante, fortalecimiento de la economía y continuar el rol subsidiario del Estado, incluyendo medidas específicas como la búsqueda de erradicar la pobreza extrema. En 2014 y hasta 2018, el gobierno volverá a estar bajo una coalición denominada Nueva Mayoría, que incluye al antiguo grupo de la Concertación junto al partido Comunista y a un conjunto de movimientos y entidades sociales, en cuyo programa, la salud constituye uno de los aspectos prioritarios de acción. (5,7,8,10)